domingo, 7 de dezembro de 2014

En búsqueda del mejor sistema

  Comienzo hoy este blog después de casi dos semanas de haber llegado a Ecuador, tras un viaje en autobús de cuatro días desde Caracas, Venezuela. Decidí venir a este país por seis semanas en búsqueda de algo que muchos quizás no entiendan, de conocer con mis ojos qué sucede en este rincón del planeta que tiene los contrastes propios de todo país latinoamericano, donde las brechas sociales son bastante amplias y hay actualmente una "revolución ciudadana" buscando (aparentemente) disminuir la injusticia y la inequidad y llevar a este país a un progreso nunca antes visto. Vine a ver qué tanto de eso es verdad y qué tanto de lo que se muestra al mundo es solo propaganda.

  Hago esto porque vengo de un país que ha vivido 15 años de una llamada "revolución bolivariana", en donde en un momento hubo muchas mejoras sociales y cambios que eran necesarios en el país, pero que en los últimos años ha llevado al país con las mayores reservas  de petróleo a una situación de desesperanza que no para de crecer: inseguridad, corrupción, impunidad, mediocridad en niveles increíbles y en ascenso constante se ubican entre los principales problemas.
 
  Vengo de una realidad que muy pocos conocen, y que a pesar de que saben que existe, hacen muy poco por cambiar. Vengo de una zona popular en Caracas en la cual he conocido cosas que la mayoría de personas de clase media y alta desconocen totalmente. He tenido la suerte de vivir entre los dos mundos, el de la marginalidad y el de la cultura de trabajo, afortunadamente nunca he pasado necesidades ni hambre debido al trabajo incansable de una mujer humilde que siempre ha luchado por mí. Sin embargo dentro de todo esto que he visto y vivido he podido llegara la conclusión de que una revolución es necesaria, pues no es posible que existan en una misma área tanta inequidad, donde unos ganan 30 veces más que aquellos que les ayudan a producir sus riquezas y con menor esfuerzo.
 
  Es increíble ver como un país con tantos recursos tenga tanta inequidad e incultura. Hubo en su momento alguien que habló de esto fuertemente y llamó a una revolución, llamado al cual muchos atendieron pues durante años habían vivido invisibilizados y en una marginalidad creada por la falta de oportunidades. Durante esta revolución empecé a tener uso de razón y ver también que el mensaje tenía su punto, pues no era posible que por un lado hubiera progreso y riquezas (eso sí, no todas mal generadas) y por el otro la pobreza absoluta y la mediocridad eterna.
 
 
  Después de unos años, de pensar que estábamos en una situación regularmente buena, la vida me llevó a conocer otros lugares y otras culturas, y fue ahí cuando despertó mi sentido de crítica de nuevo, pues vi que nuestra revolución no estaba funcionando y más bien estábamos aumentando males sociales. A pesar de esto, no vi el problema en el socialismo ni en el llamado a revolución, sino en personas que no saben que significa la revolución y que no entienden la necesidad de cambios urgentes en el sistema del sálvese quien pueda. Muchas veces me ha tocado lidiar con personas totalmente en contra de la revolución y de procesos de "izquierda" que no logran entender porqué alguien como Hugo Chávez llegó a la presidencia, que cuando defienden su punto de vista jamás lo hacen en un enfoque colectivo, siempre se trata del punto de vista personal y sin realmente conocer realidades que han estado ahí y que a pesar de no vivirlas directamente les afectan.
 
  He convivido en ambas caras de la moneda, y viviendo en un barrio pude conocer lo que es la verdadera exclusión, a la cual se buscó eliminar en revolución y que muchos no entendieron eso por no pertenecer a ese sector social que sufre día a día injusticias. Últimamente, ahora que las cosas van peor en Venezuela y la gente deja de creer en el socialismo y en ideas de izquierda, yo también he empezado a dudar y es por ello que decido emprender un viaje a Ecuador pues se escuchan muchas cosas buenas, así como críticas, pero en su mayoría historias de éxito. Mi viaje empieza acá porque quiero ver como funciona la revolución aquí, esa que ha llevado al país a reducir la inequidad como nunca antes y a tener gran competitividad, éxitos reconocidos hasta por grandes instituciones de derecha.
 
  En este blog no solo hablaré de mi viaje a Ecuador, sino de reflexiones personales sobre la realidad social y política de Venezuela y la región. Iré contando poco a poco lo que vea en las calles, lo que pueda oír de las personas y el sentir de la gente, tanto de uno como de otro lado. Estoy actualmente aquí para aprender todo lo posible pues quiero saber cuál es la mejor vía, el mejor sistema, qué se puede rescatar y qué está siendo nocivo, y ver si algún día tengo la oportunidad de ayudar a la sociedad con ese aprendizaje. Una de mis metas personales, de esos sueños quizás utópicos, es lograr ayudar a que la vida sea mejor para la mayoría, tanto para los desconocidos que no se conocen ni ellos mismos, como para mi familia y las generaciones que estén por venir. Quiero lograr conocer aquello que Bolívar expresaba sin especificar en uno de sus pensamientos: "El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política". Si puedo algún día lograr tener el poder de hacer algo, quisiera tener el conocimiento para hacerlo bien y poder hacer de ese sistema una realidad. Es por ello que he decidido aprender todo lo posible, con objetividad y sin cegarme a opiniones o distintas formas de ver la vida.
 
  Que comience el viaje.